A finales de esta semana el pequeño galdakaotarra Ibai Uriarte abandonará el Hospital de la Paz en Madrid rumbo a su casa en el barrio de Arkotxa. En principio el niño de cuatro años iba a ser dado de alta el pasado lunes, pero según explicó su tío, Borja Costales, “estará unos días más porque le ha salido una alergia, unos pequeños granitos en las manos y la cara”.
Tras ser sometido en diciembre a un trasplante multiorgánico de estómago, duodeno, intestino delgado, páncreas e hígado, Ibai ha protagonizado una mejoría casi milagrosa. En enero tuvo que ser intervenido porque el diafragma le provocó dificultades respiratorias, pero apenas unas semanas después –el 15 de febrero- fue subido a planta. Entonces comenzó una nueva etapa para el pequeño, que pudo zafarse de la respiración asistida y coger fuerzas. De este modo, ataviado con una mascarilla comenzó la semana pasada a salir a la calle, a un centro comercial cercano al recinto hospitalario. Según su tío, “se cansa pero anda y está muy contento”.
Y no le faltan razones para estarlo. A las visitas de su familia y las muestras de apoyo recibidas se unió el pasado 26 de febrero una sorpresa que le hizo “mucha ilusión”. Las chicas del Orion GDKO aprovecharon su desplazamiento hasta Alcobendas para enfrentarse con el equipo local para visitar al pequeño en el Hospital. Las jugadoras le reglaron una camiseta en lo que a juicio del hermano de su madre fue “un bonito gesto”.
A Ibai todavía le queda un largo camino por recorrer, podrá seguir una rutina similar a la que llevaba antes, si bien deberá acudir a Madrid a revisiones de seguimiento de su trasplante. Pequeñas interrupciones en su nueva vida que seguramente arrancará con una fiesta de los vecinos de Arkotxa, que como confesó su tío, “están deseando que vuelva”.
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