La Policía Municipal de Galdakao tiene inscritos en el Registro Municipal de Perros Potencialmente Peligrosos a 37 animales de estas características. Este organismo local se creó hace tres años para cumplir con la normativa vigente, la Ley 50/1999 y el decreto que la desarrolla y se refiere específicamente a perros peligrosos, el 287/2002. La evolución de las inscripciones ha sido positiva ya que se ha pasado de cinco altas el primer año de constitución del Registro a las 37 actuales (con dos más en fase de tramitación).
La inscripción es sencilla y empieza con la licencia que la Policía Municipal extiende a los propietarios. Con esta licencia se regulariza la tenencia de perros y a continuación se otorga una segunda que permite conducir a este tipo de animales peligrosos por la vía pública, lugar por el que siempre tienen que ir atados
y controlados. Las licencias tienen una periodicidad de cinco años. Las razas que se consideran peligrosas son ocho: rottweiler, pit bull terrier, dogo argentino, stafforshire bull terrier, american staff, fila brasileiro, tosa inu y akita inu. Los dueños deperros que duden sobre si el suyo es o no de una raza peligrosa pueden solicitar una aclaración al respecto a un veterinario habilitado que emitirá informe según lo dispuesto en el Decreto 101/2004, de 1 de junio, sobre tenencia de animales de la especie canina en la Comunidad Autónoma del País Vasco.
Según el concejal responsable de la Policía Municipal, Fernando Izaguirre, el incremento de inscripciones "muestra cómo los propietarios de estos perros se han ido concienciando de la necesidad de registrarlos, aunque creemos que aún quedan propietarios de este tipo de perros que deben regularizar su situación".
En este Registro Municipal deberán incluirse todos aquellos perros que, aun no encontrándose dentro de esas ocho razas, manifiesten un carácter marcadamente agresivo o hayan protagonizado agresiones a personas o a otros animales. Según establece el decreto antes mencionado, la potencial peligrosidad se declarará por resolución de la autoridad competente del municipio donde esté censado el perro. És-ta se hará atendiendo a criterios objetivos, bien de oficio o bien tras haber sido objeto de una notificación o una denuncia. Su agresividad puede hacer obligatorio el uso de un bozal./ GH
