Igor Antón vuelve a sonreír. Tras su caída en la Vuelta a España de 2008 la recuperación ha sido dura, y algunos contratiempos personales no han ayudado a hacerla más llevadera. Hace quince días logró una meritoria victoria en el Alto del Morredero, en la tercera etapa de la Vuelta a Castilla y León, "una etapa que la tenía marcada en la agenda" desde que supo que correría la prueba, según confirma a Galdakao Hoy. "Estoy muy contento, porque me ha costado arrancar este invierno y el trabajo de los entrenamientos va saliendo", indica.