Igor Antón vuelve a sonreír. Tras su caída en la Vuelta a España de 2008 la recuperación ha sido dura, y algunos contratiempos personales no han ayudado a hacerla más llevadera. Hace quince días logró una meritoria victoria en el Alto del Morredero, en la tercera etapa de la Vuelta a Castilla y León, "una etapa que la tenía marcada en la agenda" desde que supo que correría la prueba, según confirma a Galdakao Hoy. "Estoy muy contento, porque me ha costado arrancar este invierno y el trabajo de los entrenamientos va saliendo", indica.
Tenía dudas sobre si iba a poder volver "al nivel que tenía en 2008", pero la última victoria, dejando atrás a Alberto Contador, le ha dado moral. "Creo que puede ser un año parecido a 2008 antes de la caída", asegura. En la Flecha Valona y en Lieja también se ha encontrado bien. Ha cumplido los objetivos de esta primera parte de la temporada, que "se centraban en Estella, Amorebieta y Castilla y León". Estos días disputa el Tour de Romandía, y es uno de los que pueden tener algo que decir, sobre todo mañana y el domingo que "son etapas más duras", aunque echa en falta "un final en alto", que se adaptaría mejor a sus características.
Quiere saborear sus logros este año, porque "vivimos muy rápido y es como una montaña rusa, hay que saber disfrutar de lo que se consigue". Ha ganado en madurez. "Este es mi sexto año de profesional y se nota la experiencia", afirma, para añadir que el objetivo para lo que resta de campaña es "seguir la senda marcada hace dos años, quiero llegar a la Vuelta con un buen 'punto' e intentar luchar en cabeza de la general y, si puede ser, con alguna victoria de etapa". Este año no correrá el Tour y su gran objetivo está señalado en septiembre. Le han llegado muchas felicitaciones en los últimos días por la buena forma que está demostrando y por su victoria, pero todavía queda temporada por delante para mejorarlo. Galdakao Hoy
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