La conexión de Galdakao con el metro parece estar gafada. Si hace unos años fue la Ertzaintza la que impidió el normal funcionamiento de la misma, en esta ocasión es la Policía Municipal de Etxebarri la que impide que el autobús que tiene que acercar a los galdakoztarras al metro pue-da llegar a la estación del suburbano.
Las nuevas líneas de Bizkaibus se pusieron en marcha el pasado domingo y ese mismo día el Ayuntamiento de Etxebarri dio la orden de que por sus carreteras no circulasen autobuses no autorizados, poniendo incluso señales indicadoras. ¿El objetivo? Impedir la llegada hasta el metro de la lanzadera de Galdakao, que se queda en pleno polígono Legizamon, a 750 metros de su teoríco destino final.
Da igual el municipio que sea -Basauri o Etxebarri- o en manos de quien esté el equipo de Gobierno de dicha localidad, pero el caso es que parece imposible que esta conexión Galdakao - Metro Bilbao se establezca con normalidad hasta una boca del suburbano.
Etxebarri cuenta con una estación intermodal para recibir autobuses pero ahora se niega a hacerlo. La Diputación de Bizkaia ha pedido un informe jurídico y hasta que no estén las conclusiones encima de la mesa no se abordará este asunto, que ha indignado a los usuarios del servicio ya que consideran que "empeora notablemente lo que ya de por si era una mala conexión en Basauri"
Partidos como el PSE y BIldu le han reclamado a la Diputación una solución "inmediata" a lo que consideran una "pesima gestión" que ha provocado una situación "preocupante y vergonzosa". Desde el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Galdakao (PNV) consideran "lamentable" que los vecinos tengan que sufrir "una situación que ni hemos buscado ni hemos provocado", según apunta el alcalde Ibon Uribe, que apela al "sentido común".
