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MOTOR: Como conducir en condiciones difíciles

Cada viaje es diferente y, como nunca sabes lo que te vas a encontrar a la vuelta de la esquina, es mejor estar preparado para cualquier eventualidad. No emprenderías un viaje sin un teléfono móvil totalmente cargado. ¿Y qué pasa con tus neumáticos? El mejor arranque de cualquier viaje es saber que tu coche está equipado con los mejores neumáticos y así contar con los niveles de seguridad que necesitas para detenerte antes y mantener el control en los momentos de apuro. Además, puedes mejorar tu seguridad en la carretera con estos consejos sobre conducción en situaciones difíciles.

Noche. Tus ojos necesitan tiempo para ajustarse a la oscuridad cuando conduces de noche. Inclina ligera-mente el espejo retrovisor para evitar que te deslumbren los coches que circulan detrás de ti. Además, no mires fijamente los faros de los coches que circulan en dirección opuesta para hacer la conducción en la oscuridad más sencilla.

Lluvia. Con lluvia es más difícil ver la carretera y a los demás usuarios de ella. Además, la carretera se vuelve muy resbaladiza y tu coche necesita una mayor distancia para frenar. Por eso es importante reducir la marcha y poner las luces cortas para aumentar la visibilidad de otros conductores.

Hielo y nieve. Es fundamental ir muy despacio en condiciones de nieve. Las distancias de frenado son 10 veces superiores en hielo y nieve. Trata suavemente los pedales del freno y del acelerador para evitar derrapar. Si notas que el coche se desliza, gira el volante hacia el derrape y asegúrate de no frenar, ya que lo único que conseguirías es bloquear los neumáticos. Conduce con marchas cortas cuando subas cuestas y evita cambiar de marcha o frenar cuando las bajes.

Niebla. Cuando conduzcas con niebla debes estar más alerta que nunca. Es una de las condiciones de conducción más peligrosas y dificulta enormemente la visibilidad. Mantén encendidas las luces cortas además de las antiniebla. Del mismo modo, deja una distancia de seguridad mayor entre tu vehículo y el que tienes delante para mantener el tiempo de reacción. Reduce la velocidad y quédate en tu carril, no adelantes.

Viento. Una fuerte ráfaga de viento puede sorprender hasta al conductor más experimentado. Mantén las dos manos en el volante, sobre todo en zonas que no estén protegidas como puentes o cuando conduzcas junto a vehículos largos. Conduce a una velocidad inferior a la normal y ten cuidado con los escombros o ramas que puedan aparecer en la carretera. Prepárate por si tienes que frenar de repente. Ten especial cuidado porque el viento puede camuflar sonidos como bocinas o motos acercándose. Transporta artículos en la baca cuando sea estrictamente necesario y comprueba tres veces si está todo atado con seguridad.

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