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Entrevista: IGOR ANTÓN y OIER ZERRA

Igor Antón cumplió un sueño el 9 de septiembre. La Vuelta volvió a Euskadi el día en el que pasaba por Galdakao, el día en el que terminaba en Bilbao, el mejor día para ganar y disfrutar después de tres semanas peores de lo previsto. Antón pasó dos veces por Bengoetxe, voló en las dos subidas al Vivero gracias a que sus paisa-nos llenaron las cunetas, y ganó en la Gran Vía bilbaína. "Después de esto ya me puedo retirar", afirmó exultante al bajar del podio. Y al día siguiente, todavía con la sonrisa en la cara, pasó por delante de su casa rumbo a Vitoria. Galdakao fue protagonista y nuestra estrella galdakoztarra también.


El 10 de septiembre, por la noche, el protagonismo se lo llevó Oier Zearra. El pelotari que ha paseado el nombre del municipio por los mejores frontones, con los mejores compañeros y rivales, se retiró de la pelota profesional. Y lo hizo a lo grande. Con victoria en su último partido, con un frontón Kurtzea entrega-do, y con diferentes regalos de recuerdo para que ese día haya quedado marca-do para siempre en su memoria. Dos días para dos campeones, y en plenas fiestas de Galdakao. Pero todavía les queda un homenaje especial. El que les dará nuestra revista en la II Gala del Deporte que se celebrará en Torrezabal mañana viernes día 30 a las 8 de la tarde.

Este semana, Igor Antón y Oier Zearra, han protagonizado una bonita charla para nuestra revista. Comenzó como entrevista mutua pero terminó como una conversación entre dos campeones.


OIER ZEARRA: ¿Con qué edad empezaste con el ciclismo?

IGOR ANTÓN: Desde siempre. Con 5 años ya estaba con la bici y con 10 me apunté a Galdakao Txirrindulari Elkartea. Estuve a punto de decidirme por la pelota mano, tuve dudas pero al final elegí el ciclismo. Igual es porque por mi carácter inquieto necesitaba ese deporte para descargar tensiones. En la bici no paras y es uno de los deportes en los que más quemas pero nunca se sabe por donde te va a llevar la vida. Tú, Oier, si no te hubieras decidido por la pelota, ¿qué hubieras hecho?

O.Z.: Pues no sé... Es cierto que si practicas distintos deportes desde pequeño llega un momento en el que te especializas en uno y en ese te quedas. El karate, por ejemplo, a mi me vino muy bien. Lo practiqué durante cuatro años y te aporta disciplina y sacrificio. Me apunté a fútbol en la ikastola pero me desapunté, también probé con el atletismo... pero no me dio por el ciclismo. Desde luego si no hubiera apostado por dedicarme a la pelota mano, seguro que habría sido otro deporte.

I.A.: ¿Qué momento guardas en la memoria como el más especial de tu carrera deportiva?

O.Z.: Deportivamente, mi mejor año fue el 2005. El verano de 2005 fue muy emocionante. Conse-guí ganar tres torneos de verano y estar en otras dos finales. Eso junto con el subcampeonato de parejas conseguido con Aimar en el que perdimos contra Irujo y Eulate fue lo más importante. Esos dos momentos han sido los más especiales. Pero además de esos momentos dulces, me acuerdo perfectamente del partido que jugué contra Aimar en Arrasate, que le gané fácil. Él no estaba en su mejor momento pero ya fue importante porque era mi segundo año de manomanista de prime-ra. A nivel emocional, desde luego mi debut con Karmelo Ariznabarreta, otro jugador de Galda-kao, y por supuesto, el partido de la despedida. La verdad es que todavía estoy intentado digerir to-das las sensaciones que tuve ese día.

I.A.: Han sido catorce años de carrera...

O.Z.: Catorce años, sí. Me hubiera gustado que fueran más pero no me puedo quejar porque las carreras deportivas son muy duras y 14 años son muchos años.

I.A.: Sí, desde luego, en ciclismo por ejemplo, a partir de los 6 o 7 años de carrera se considera que has sido un buen profesional, con lo que catorce años subido en una bici o en un frontón, es muchísimo.

O.Z.: Sí, yo creo que en general en el deporte cada vez hay menos paciencia. Se quiere que los chavales debuten pronto, destaquen pronto y si se pasan dos años malos o una mala época en la que no destacas casi que te quieren mandar a casa. Supongo que en ciclismo, la presión por lograr los resultados también será importante

I.A.: Sobre todo porque hay que ubicarse y hacerse un hueco pronto, en cosa de dos o tres años, sino, estoy de acuerdo con lo que dices, parece que se te pasa el arroz y hay mucha gente que se queda en el camino. Yo de momento no me puedo quejar.

Una pregunta Oier, en tu carrera ¿con que otro pelotari has hecho pareja del que tengas un buen recuerdo, que te haya marcado?

O.Z.: No te sabría decir...Con muchos delanteros. No podría darte un nombre. He tenido la suerte de jugar con muchos. Yo nunca he sido una estrella como lo son Olaizola o Irujo o Titin pero he podido jugar con todos ellos. Te podría dar muchos nombres como Martín Alustiza con el que jugué el primer campeonato de parejas, Mikel Unanue, o Julian Retegui con el que también jugué varios partidos. Y de los nombres de ahora, pues Aimar, Oinatz Bengoetxea, Asier Olaizola, que son grandes pelotaris. Luego también es verdad que con quien más afinidad tienes fuera del frontón es con quien mejor juegas, con quien más te compenetras. En mis primeros años entrenaba con Karmelo, era con el que tenía más feeling y jugaba muy a gusto, y luego con Imanol Aguirre. Pero como ves es difícil quedarse solo con un nombre.

Oye Igor, yo quería preguntarte sobre la brillante victoria en Bilbao en esta vuelta. Que-ría saber si a su paso por Galdakao, en la subida al Vivero, te dio tiempo a emocionar-te..., si te dabas cuenta de todo lo que se había montado...

I.A.: Sí, me emocioné mucho. Ese día simplemente quería estar en la fuga, era mi objetivo. Yo no me imaginaba la victoria, se veía lejana y difícil. Me acuerdo de un momento, el paso de Las Muñecas que es un puerto en cuya cima ya estás en Euskadi. Ya estaba en casa y al acercarme a Bilbao y notar a la gente sí me preguntaba cómo estaría Galdakao. Sabía que habría gente pero una vez que empe- zamos a subir por Bengoetxe se me puso la piel de gallina y disfruté muchísimo. En la segunda subida sufrí más, iba solo pero todo el calor me hizo darlo todo. Disfruté porque en la vuelta no iba tan bien y esa victoria lo compensó con creces.

O.Z.: Es que se ha dicho incluso que parecía el Tourmalet...

I.A.: Sí, la respuesta de la gente fue increíble. La afición es núme-ro uno y con nosotros, con el Euskaltel, se vuelcan de manera especial. El ciclismo, como la pelota, se vive aquí de forma intensa, la gente se echa encima. Fue un éxito y esperemos que se repita.

O.Z.: ¿Con qué victoria te quedarías de todas las que has consegui-do hasta ahora? A nivel deportivo y a nivel personal, porque muchas veces no coinciden.

I.A.: A nivel personal me quedo, sin duda, con la etapa de Bilbao de la Vuelta. Porque una victoria así te compensa días difíciles o lesiones que hayas tenido y te hayan hecho pasar por momentos duros. Y esa victoria fue especial por varias razones. Primero porque hacía 33 años que la Vuelta no pasaba por Euskadi, porque pasamos por Galdakao y además ese día empezaban las fiestas. También fue muy importante la de Calar Alto, la primera etapa que gané, porque me supuso la explo-sión a nivel profesional al ganar esa primera carrera en la Vuelta a Es-paña. Y luego la más importante por nivel o por palmarés de los corre-dores ha sido la etapa de este año en el Giro de Italia.

O.Z.: Galdakao Txirrindulari Elkartea últimamente parece que cojea un poco, que le falta cantera, ¿cómo lo ves?

I.A.: Sí, bueno es general, no es sólo aquí. Yo recuerdo que en mi época eramos 30 en total y hoy no queda nadie. La base está fallando, viene ya de unos años atrás, pero siempre hay excepciones. En Euskaltel tenemos chavales jóvenes, becados, que pasan luego a un equipo que es NATURGAS que es el equipo de aficionados. El siguiente escalón es el ORBEA CONTINENTAL y después ya está el Euskaltel. Pero es cierto que en esos escalones se queda gente y a veces es difícil. Aquí en Galdakao se ha hecho todo lo posible pero muchas veces es difícil porque aunque se va a los colegios y se intenta que los chavales se apunten, hoy en día hay muchos deportes y se diversifica más. Es una pena. Pero la cantera del Euskaltel es buena y esperemos que aguante y que las cosas vayan mejor. Porque el ciclismo aporta disciplina, te enseña muchas cosas.

O.Z.: Es un deporte duro.

I.A.: Sí, sin duda, es mucho esfuerzo pero te aporta muchas cosas buenas que son importantes. La exigencia contigo mismo, ayudar a los compañeros en el pelotón... Además te permite conocer tu entorno. Yo con la bici he descubierto Bizkaia y Euskadi y hay mucha gente que no conoce muchos rincones.

O.Z.: Y de cara al año que viene, ¿qué objetivos te marcas?

I.A.: Todavía no lo he pensado pero pueden ser dos. Uno es intentar repetir lo de este año, tratar de mejorarlo. Este año quizás no me hayan ido las cosas tan bien por las exigencias que yo me había marcado y por las expectativas que tenía la gente pero he podido ganar una etapa en el Giro, que a veces la gente piensa que es sencillo. Buscaré también ese puesto en la general de la Vuelta que este año se me ha resistido. Otro objetivo es volver al Tour. Ya lo he corrido dos años pero lo cierto es que le tengo mucho respeto. Si voy al Tour luego afrontaría la Vuelta más relajado. Y si voy al Tour es para buscar una etapa, eso seguro, porque la general, hoy por hoy, es complicada para mí. Pero en el Tour todo lo que hagas es como la mejor de las competicio-nes de pelota mano. Si estás y te dejas ver es todo un logro. También hay carreras a las que le tengo ganas, como la clásica de Lieja o la Flecha. Es muy difícil ganar esas carreras pero es importante estar cerca.

Por cierto Oier, tú ahora tras la retirada, ¿te has planteado seguir vinculado al mundo de la pelota de alguna manera? Porque ha habido pelotaris que lo han hecho.

O.Z.: Sí, es cierto que hay pelotaris que no les renuevan en las empresas más fuer-tes, ASEGARCE y ASPE, y que siguen de una u otra manera pero yo creo que mi etapa profesional se ha acabado y que no tiene mucho sentido seguir de otra forma.

I.A.: ¿Es porque se acaba una etapa, es una decisión tomada?

O.Z.: Sí, yo me lo planteo como un cambio de etapa en mi vida.

I.A.: Y ahora que tienes más tiempo..., ¿irías a un programa como El Conquistador del Fin del Mundo? Porque algún pelotari ya ha ido. (Risas)

O.Z.: (Risas) Pues la verdad es que me parece atractivo, es un reto bonito, aunque no sigo demasiado esos programas. Pero no me gusta la parte de reality que tiene, que es lo que intentan vender, así que iría si no hubiera cámaras. Como reto personal y reto deportivo sí que iría. ¿Tú te animarías?

I.A.: Pues no lo sé, han participado deportistas... A mí sí me gustaría por la aventura, por la experiencia que a veces por el calendario profesional no se puede vivir. Pero coincido contigo en que lo viviría sin cámaras.





Galdakao Hoy: Si relacionáis vuestro nombre con Galdakao, ¿qué os sugiere?

O.Z.: A mí lo primero que se me viene a la mente es el Club de Pelota Adiskide. Nosotros recibimos homenajes, reconocimientos....El año pasado Galdakako Hoy precisamente premió al Club Adiskide por toda la labor que hace y eso es imposible de agradecer lo suficiente. Como Galdakao Txirrindulari Elkartea

I.A.: Sí, hay que darles las gracias porque hacen una labor importantísima. Están ahí porque les gusta, no es ningún negocio y gracias a ellos hemos podido ser profesionales de nuestro deporte...

O.Z.: Y otros chavales que también han disfrutado con la pelota y el ciclismo pero que no han podido llegar tan alto pero que han aprendido porque el deporte te va dando valores y te sirve para la vida.

I.A.: En Galdakao Txirrindulari Elkartea ha habido un montón de gente, como por ejemplo, por mencionar a algunas de esas personas, Iñaki Zamakona, Iñaki Etxabe, Juanjo Garrido...Ese tipo de gente es la que transmite el amor por el deporte......no para llegar a profesionales, pero sí para practicarlo.
 

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