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Ganguren MT en las inundaciones de India

Las 43 personas del Grupo Alpino Ganguren que se desplazaron a principios de agosto a la región india de Cachemira no olvidarán fácilmente este vera-no. La localidad de Leh, donde se encontraban alojados esperando a realizar un trecking de doce días, fue arrasada por unas fuertes inundaciones. Joseba Zarraga ha compartido con nosotros las experiencias de esos días.
El viaje estaba organizado desde septiembre del año pasado y el objetivo era subir una cima de 6.600 metros, en la zona del lago Tso-Moriri. La idea era "hacer trecking para irse aclimatando" y llegar a ascender a la cumbre "en doce días". El día 4 de agosto prepararon todo antes de irse a dormir, y ya habían llegado los últimos previstos para la expedición. Pero esa noche "cayó lo que nunca había caído allí", aunque Joseba reconoce que no se enteró "porque estaba bien dormido".

La excursión se había acabado, al menos la que tenían prevista. En la agencia que les proporcionaba todo lo necesario les dijeron que hasta dos días después no se podía hacer nada. Vieron que la situación era grave "cuando vino un chico del pueblo a pedirnos ayuda". Izaskun Agirre, la médico del grupo, y Mari Carmen Pérez, la enfermera, se fueron a colaborar al hospital después de recopilar entre todos los botiquines que tenían.

A los 43 miembros del Ganguren se iban a unir una pareja de Mallorca, pero "se habían ido antes por su cuenta" y se perdió contacto con ellos. Sólo se sabía que uno estaba herido y que no podían volver de la zona de monte donde estaban. "Mantuvimos contacto con la embajada, que no movían nada, y teníamos pensado salir un grupo a buscarles a la mañana siguiente". Pero no había taxis, ni gasolina, ni nada para moverse. "Hable con el jefe de la región y le dije lo que necesitábamos y nos pusieron un autobús al aeropuerto y dos helicópteros nos estaban esperando". Pero no les encontraron. Fue al día siguiente cuando sí consiguieron encontrar al chico. Lourdes estaba desaparecida, falleció.

Izaskún le curó la mano al jefe del cuartel militar de la zona y también colaboró en el hospital militar, lo que les pudo valer el ofrecimiento de los militares al grupo. "Nos dijeron que tenían un avión para nosotros si queríamos", pero decidieron no coger atajos. Al tercer día se presentó el embajador español en la zona, "cuando el resto de extranjeros ya estaban saliendo, pero es que la embajada no tenía medios. El embajador hizo mucho trabajo pero estaba desbordado". Arkaitz Uriarte hizo parte del trabajo que le correspondía a la embajada, aunque siempre en contacto con ellos. Y fueron conociendo que "se creó un miedo en la opinión pública de aquí que no se correspondía con la situación en el terreno". De hecho 16 de los expedicionarios se quedaron en Leh hasta finalizar sus vacaciones y otros tantos se quedaron en Delhi. Donde sí vieron escenas de pánico fue "en la población local". La situación de los miembros del Ganguren, en la parte alta de la ciudad, impedía cualquier tragedia para los galdakoztarras.

"No pasé miedo. Soy guía de montaña y estás acostumbrado a contratiempos. Además, creo que organizamos bien las cosas. Aunque fue duro porque estuvimos trasladando heridos de un hospital pequeño a uno más grande y cómo te miraban, no decían nada pero se veía en su cara que te estaban dando las gracias".

A Joseba no se le han quitado las ganas. "Volveré, porque esto ha sido algo excepcional. Elegimos ir en época de Monzón en la india pero en Leh apenas llueve quince días al año. La gente ha dicho que somos unos imprudentes pero para nada, de hecho estábamos 5.000 turistas allí. Llevo dos años yendo y creo que es una zona de montaña a la que merece la pena volver. Aunque el año que viene creo que haré algo por mi cuenta. Igual a la playa en vez de a la montaña".  galdakao hoy
 
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