"La ubicación de este año ha sido una mierda", así de contundente se muestra Itziar, una de las integrantes de Mundu Bat que se ha encargado de la organización del Rastrillo de Galdakao. "Los locales cedidos por el Ayuntamiento (antigua EPA en Iberluce) han hecho que se deje de ganar mucho dinero", según apunta. El objetivo más optimista buscaba un beneficio de 4.000 euros para conseguir leche durante un año para un orfanato marroquí de niños con discapacidad, pero la cifra con la que se ha cerrado esta cita anual con la solidaridad se ha quedado en 1.000 euros. A pesar de que este año se contaba con juguetes nuevos cedidos por librerías y Bilbondo las ventas han bajado con respecto al año anterior (aunque el dinero conseguido ha sido similar): "se ha hecho más esfuerzo en todos los sentidos para conseguir lo mismo, y la culpa es de la ubicación. El año pasado en Plazakoetxe fue mucho mejor porque se podía poner música y eso animaba a la gente". Este año buscaron una ubicación más centrica "en Lehendakari Agirre con unas casetas, pero no nos han dejado. Sólo ha ido a Iberluce el que conocía el sitio porque por allí no pasa mucha gente". Y otra queja: "la accesibilidad era nula"./ Galdakao Hoy
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