Euskadi es una comunidad 'autosuficiente' en lo que a donaciones de sangre se refiere. Sin embargo, de sus tres territorios, Bizkaia es el que menos aporta en función de sus habitantes. Así lo asegura el Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos. Según sus responsables, el año pasado, sólo cuarenta de cada mil vizcaínos acudieron a una unidad de extracción. Los expertos calculan que un país ha de tener 'entre cuarenta y cincuenta donaciones al año por cada mil habitantes' para cubrir sus necesidades de sangre. Bizkaia, por tanto, suspende en este apartado. Sin embargo, hay algo positivo. Los donantes vizcaínos son los que más litros de sangre aportaron el año pasado al Centro de Transfusiones, alojado en el hospital de Galdakao.Aproximadamente, 'se contabilizaron unas 40.000 donaciones en Bizkaia', por las 30.000 de Guipúzcoa y las 24.000 de Álava, señala el presidente de la entidad, Miguel Ángel Vesga. En total, llegaron al banco de sangre cerca de 100.000, o lo que es lo mismo, 50.000 litros de este tejido. 'De cada extracción, se obtienen 500 mililitros', explica el profesional. Con ellos, se satisfizo la demanda de la Sanidad vasca, tanto la pública, como la privada. Pero, además, se ayudó a otras regiones en situaciones críticas: 500 litros de sangre fueron a parar a otras comunidades. Según Vesga, 'la mayor parte se destinó a regiones de los alrededores, y el resto a Madrid', donde hace unas semanas se suspendieron varias operaciones por falta de reservas.
A pesar de la autosuficiencia, los responsables del Centro Vasco de Transfusiones no se relajan. Sostienen que hay que estar 'vigilantes', aunque el nivel de donaciones sea 'importante'. Para asegurar el abastecimiento es necesario obtener entre 400 y 500 extracciones al día, unas cifras que se alcanzan con el empuje de las asociaciones y la respuesta de los donantes habituales a las citas previas que se les envían por correo. En la actualidad este colectivo está formado por unas 70.000 personas. De ellas, un 12 por ciento causa baja cada año al superar la edad máxima para donar. Y su falta se suple con las 10.000 nuevas incorporaciones que hay de media en cada ejercicio. 'Lo ideal es que el 4 por ciento de la población entre 18 y 65 años sea donante activo', subraya Vesga. Y para conseguirlo es necesario 'fidelizar' a los recién llegados.
De las cerca de 100.000 aportaciones de 2006, 'un 8,1 por ciento' eran de personas que acudían por primera vez a una unidad de extracción. 'Es nuestro punto débil. Nos hubiera gustado que ese porcentaje rondara el 15 por ciento', reconocen desde el hospital de Galdakao. Pero no todas las donaciones son válidas. El año pasado, trece de cada cien ofrecimientos fueron rechazados por no cumplir los requisitos para ser donante.